¿Sabías que la palabra “correo” proviene del latín “currere” que significa andar de prisa? En la antigua Roma los mensajeros se detenían en albergues identificados como “stationes” para descansar antes de continuar su ruta y con los años el nombre de estos lugares cambió a “postatio” que luego dio origen al término “postal”. Descubre más curiosidad en esta breve reseña sobre la evolución del correo en ciertas partes del mundo.
Un paseo por la historia del correo
El origen del correo se encuentra en el antiguo Egipto, cuando los mensajeros hacían sus entregas a pie y hace dos milenios en Roma, donde se desplazaban sobre caballos.
En México, en cambio, antes de la colonización española el correo era entregado por mensajeros expertos que en la tribu mexica solían llamarse “paynani”, lo cual significaba “corredor ligero”. Incluso se consideraba que eran enviados de los dioses y estaban al servicio de los gobernantes para enviar sus comunicaciones urgentes entre ciudades, así como productos y mercancías.
Tras la colonización española en México se introdujeron nuevas técnicas relacionadas con el correo, el cual era entregado sobre el lomo de un caballo o en carretas haladas por bueyes, aunque la mayoría de los mensajeros permanecían siendo indígenas. Para 1579 la actividad del correo se restringió exclusivamente al Correo Mayor de Hostes y Postas de la Nueva España.
En 1762 se crearon los buzones, los cuales estaban ubicados en las veredas de las rutas postales con el propósito de que los mensajeros dejaran el correo y fue cuando apareció por primera vez en la historia la figura del cartero.
México ya era independiente para entonces, por lo que en 1856 se comenzó a exigir el uso de estampillas postales para el envío de la correspondencia.
Como dato curioso cabe mencionar que la primera estampilla entró en circulación el primero de agosto de ese mismo año y tenía la imagen de Miguel Hidalgo y Costilla.
Más adelante en la historia, en 1917 el teniente coronel Horacio Ruiz Gaviño hizo gala de sus habilidades como piloto aviador al realizar el primer vuelo de correo aéreo que tuvo como ruta Pachuca a México y para 1981 se creó el código postal numérico correspondiente a cada una de las colonias nacionales.
En los años 90 el correo electrónico surgió como una alternativa más rápida y eficiente al correo convencional y llegó para quedarse. Al menos en el territorio mexicano se puede afirmar que ya tiene más de 30 años, aunque surgió inicialmente como una herramienta cuyos propósitos eran solamente educativos, es bien sabido que actualmente tiene mayor utilidad.
El correo electrónico: la nueva era
Sin lugar a dudas, la creación del correo electrónico marcó un antes y un después en la historia de la correspondencia y debemos admitir que superó con creces al sistema convencional.
Aunque, claro está, hasta hace poco no se disponía de la tecnología que existe ahora y durante todos estos años logró mantener comunicadas a las personas a pesar de las distancias y con mucho esfuerzo.
Aun así es bien sabido que las comunicaciones a veces no llegaban o para el momento en que se recibían ya era demasiado tarde.
Afortunadamente, con el correo electrónico se puede garantizar el envío y la recepción de una comunicación en cuestión de segundos, sin importar el lugar del mundo donde se encuentre su emisor y su receptor.
Se trata de un recurso rápido, eficiente y sumamente útil, que permite mantener comunicadas a las personas a través del internet.
Sin embargo, hoy en día los servicios de mensajería instantánea también están comenzado a desplazar al correo electrónico, por lo que no sería de extrañar la creación de un nuevo sistema aún más novedoso en beneficio de la comunicación.
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